Un ícono de la farándula les, Ellen Degeneres (foto 1 y 2), probó por primera vez este año, el escenario de los Óscares en su 79º edición, y aunque pudo hacerlo mejor como en tantas otras ceremonias donde ha sido la presentadora, le puso su toque y animó tan importante gala.
Particularmente yo no sabía que ella estuviese invitada a ser la anfitriona, en los últimos días sólo me había interesado saber cuáles eran las nominadas para la estatuilla más importante, la de mejor película, pero fue muy grato darme cuenta de ese hecho.
Como quien no quiere la cosa, las cámaras enfocaron en varias ocasiones a Portia De Rossi (3), la novia de Degeneres, que se encontraba en una de las primeras filas (tan linda ella). Pensé que "el tema" iba a pasar desapercibido, lo que de cierta forma me hubiera decepcionado un poco, pero que no habría sido de extrañar, sin embargo, en una parte del programa Ellen se refirió a toda la diversidad de nacionalidades que había presentes en el estudio, y señaló: Si no hubieran negros, judíos o gays, no habría Óscares.
También fue de destacar que la cantautora Melissa Etheridge (4) haya ganado el premio a la mejor canción original por el tema I Need to Wake Up ó Necesito despertar, del documental Una verdad inconveniente, que trata sobre el calentamiento global. En su discurso agradeció a su "increíble esposa Tammy (Lynn Michaels) y nuestros cuatro hijos."
Pero esas no fueron las únicas presencias destacables de la noche, también estuvo la infaltable Jodie Foster (5), aunque no se vio si estaba acompañada por su eterna amiga Cydney Bernard. Y, en Afterellen.com, mostraron una foto de Nicole Kidman que llegó acompañada de Naomi Watts de El Aro (6), insinuando qué?, no sé especificamente, pero hasta ahora AfterEllen jamás me ha fallado.