Tomado de diariodeavisos.com
Britney ha vuelto. Para todo aquel escéptico que no creyera que la cantante pudiera volver a sorprenderle, craso error, Britney trata de superarse.
La cantante estadounidense acaparó las miradas de los fotógrafos por ir a comprar un coche. Dejando a un lado que el hecho de ir a comprar un coche no tiene nada de especial, aunque haga lo que haga, la artista tiene a un fotógrafo como sombra, el hecho de ir vestida de novia si que tiene algo de raro.
La Reina del Pop se presentó en la casa de coches con el vestido que utilizó para su boda con Kevin Federline. La cantante americana que tomó pastillas para caballos, la cantante pop más salvaje, estuvo acompañada de su actual novio, el paparazzi Adnan Ghalib.
Según cuenta el personal del concesionario, Britney estaba interesada en comprar un coche de gama alta para su acompañante.
Nadie se atrevió a preguntarle por el look de novia alternativa que llevaba y le vendieron el coche lo más discretamente que pudieron ( una venta es una venta, más si te juegas el posible destrozo de mobiliario y vehículos por preguntar tonterias).
Si iban camino de la iglesia y se dieron cuenta al salir de casa que no tenían coche y por eso quisieron pasar por un concesionario y comprar uno, viene a ser de las pocas explicaciones posibles a la historia. Poco factible si de una pareja cualquiera se tratase, pero es que estamos hablando de Britney y su novio, a la Spears la conocemos, al colega no, pero se puede suponer que también debe ser una persona un tanto especial.
El motivo de llevar un vestido de novia al concesionario de coches seguramente obedece a que no hay ningún motivo, salvo que en América pueda uno casarse con un Mercedes, algo raro pero no para asustarse, hay gente que quiere más al coche que a la parienta, aunque probablemente este no sea este el caso. Debe ser más rebuscado.
Si se casaron, se iban a casar, estaban jugando a los disfraces o la mujer no sabía que ponerse es otra de las grandes incógnitas de la humanidad, y no tiene respuesta, porque no se la puedes preguntar a nadie. Y a ella menos.
